Choque de un satélite de hielo contra Saturno habría dado origen a sus lunas y anillos
Hasta ahora se creía que los anillos se formaron cuando un pequeño satélite fue impactado por un cometa. La sonda Cassini podrá medir grosor y edad de los anillos para comprobar este nuevo modelo.
Saturno tiene 63 satélites naturales. Todos giran entre el planeta y sus congelados anillos de hielo -que se extienden hasta por 270 mil kilómetros desde su plano ecuatorial- y lo convierten en uno de los planetas más llamativos desde su primer avistamiento hecho por Galileo en 1610.
¿Cómo se formaron los anillos? Científicos del Instituto de Investigación Southwest en Estado Unidos formularon una nueva teoría: el choque de un gran satélite de hielo –del mismo tamaño que Mercurio- con Saturno habría desencadenado la formación de estas grandes alineaciones que tienen un grosor de hasta 100 metros. Eso no es todo: los restos que quedaron esparcidos formaron las pequeñas lunas de hielo que acompañan al planeta.
¿Cómo ocurrió esto? Los astrónomos compararon a Júpiter y a Saturno, planetas similares y que tienen grandes satélites a su alrededor. Por una parte, Júpiter tiene cuatro grandes “lunas”, mientras que Saturno sólo una, Titán. Según los científicos, los grandes satélites de Saturno se habrían acercado al planeta perdiendo su trayectoria. El hielo se habría derretido al acercarse a la atmósfera del planeta –formando los anillos- mientras que el centro rocoso habría chocado finalmente con Saturno.
La investigación, publicada en la revista Nature, reemplaza la idea anterior sobre el origen de estos anillos: se creía que un pequeño satélite fue impactado por un cometa formando las circunvalaciones. “Este escenario probablemente habría dado lugar a anillos de una mezcla de roca y hielo, en lugar de los anillos ricos en hielo que vemos hoy", dice el autor del artículo, el Dr. Robin Canuto, del Instituto de Investigación Southwest.
Es que los anillos de Saturno están formados entre un 90 a 95% de hielo. Y la antigua teoría está basada en el polvo y los escombros de meteoritos rocosos, que con el paso del tiempo, han contaminado los anillos y que avalaban su formación.
De hecho, los científicos estadounidenses creen que en un comienzo, lo anillos sólo eran de hielo puro. Algo inusual, según los investigadores, ya que la mayoría de los objetos que están más alejados en nuestro sistema solar tienen una mezcla mitad hielo y mitad roca. Además, las bajas densidades de las lunas interiores de Saturno muestran cuerpos excepcionalmente ricos en hielo.
Los científicos esperan comprobar esta teoría. ¿Cómo? Con los datos que puede enviar la sonda espacial Cassini de la Nasa y que recorre nuestro sistema solar. El satélite medirá la masa de los anillos e indirectamente el grado de contaminación de rocas y polvo que tienen. Esto debería proporcionar una estimación mejorada de la edad de los anillos y según los científicos una prueba concreta de este nuevo origen.
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