¿Qué pasaría si un cuerpo atravesara un agujero negro? Tal vez las películas no estén tan alejadas de la realidad
Un agujero negro es un cuerpo tan denso, con una fuerza gravitacional tan grande que ni siquiera la luz puede escapar de él. Los agujeros negros son capaces de devorar estrellas. Pero un agujero es un agujero, y eso nos lleva a imaginar: ¿Qué hay al otro lado del agujero? ¿Podríamos atravesar un agujero negro?
Seguro que este asunto cósmico, tan presente en la literatura o el cine de ciencia-ficción, ha llamado en alguna ocasión tu atención. ¿Qué sucedería si tu cuerpo atravesase un agujero negro?
Los agujeros negros son unos de los cuerpos celestes más fascinantes y misteriosos del universo. Aunque desde un punto de vista teórico se especula sobre su existencia desde hace más de 250 años (a partir de la Ley de la Gravedad de Isaac Newton), la confirmación de su existencia es relativamente reciente. Eso nos lleva a la pregunta, ¿Qué pasaría si tu cuerpo pudiera atravesar un agujero negro?
Un agujero negro es un cuerpo tan denso, con una fuerza gravitacional tan grande que ni siquiera la luz puede escapar de él. Los agujeros negros son capaces de devorar estrellas. Pero un agujero es un agujero, y eso nos lleva a imaginar: ¿Qué hay al otro lado del agujero? ¿Podríamos atravesar un agujero negro?
Muchas novelas, cómics, y películas de ciencia-ficción, como la excelente Interstellar, especulan sobre la posibilidad de que, al atravesar un agujero negro o acercarnos a su borde (lo que se conoce como horizonte de sucesos), podamos viajar en el espacio y/o en el tiempo. Ahora la ciencia nos dice que esas ideas no están tan alejadas de la realidad, tal como podemos ver en este vídeo de Business Insider:
Una de las primeras teorías sobre los agujeros negros aceptadas por los científicos, afirmaba que si uno viaja lo suficientemente lejos dentro de un agujero negro, la gravedad acabará volviéndose tan fuerte que mataría cualquier cosa que se encontrara en su camino.
En el centro de cada agujero negro hay un punto de densidad infinita, llamado singularidad. Hasta hace poco se creía que las singularidades eran todas iguales, así que al entrar en un agujero negro, siempre ocurriría lo mismo: moriríamos estirados como un chicle infinito.
Pero a principios de la década de 1990 se descubrió una segunda singularidad llamada “singularidad de inflación masiva”, presente en agujeros negros giratorios. Sólo atrae de forma finita, y en principio NO nos mataría en el proceso, por lo que podríamos atravesar el agujero negro. “Es como tocar una vela a mil grados centígrados con un dedo“, afirma el astrónomo Lior Burko: “si dejas el dedo en la llama, te quemas, pero si lo deslizas rápidamente sobre ella, no te pasa nada“.
¿Y qué encontraríamos al otro lado de un agujero negro? Nadie lo sabe. El profesor Burko cree que llegaríamos a alguna otra parte remota de nuestra galaxia, a años luz de cualquier planeta o estrella. O quizá, a una galaxia completamente diferente.
Por desgracia, todas estas teorías son imposibles de probar… por ahora. El agujero negro más cercano está en el centro de nuestra galaxia, la Vía Láctea, a unos 27 mil años luz de nosotros. Tendríamos que viajar 27 mil años a 300 mil Kilómetros por segundo, para llegar hasta él. Imposible con la tecnología actual.
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